Consigna: Osiris ha sido desmembrado por el malvado Seth y su esposa Isis está intentando juntar sus pedazos para reconstruirlo. ¿Te animás a ayudarla?
Edad sugerida: 8 a 13 años
Edad sugerida: 8 a 13 años
Para conocer más sobre el mito de Osiris te invitamos a leer el siguiente texto:
Osiris era el rey de Egipto. Era un rey bueno y justo. Bajo su gobierno todo el país estaba en orden y la gente vivía tranquila.
El hermano del rey, un hombre llamado Seth, era todo lo contrario a él. Violento, y malvado, asesinó a su hermano el rey Osiris para quedarse con el trono. Todos los egipcios sabían acerca del asesinato, pero no quisieron escribir sobre el tema, porque creían que las palabras escritas tenían el poder de cambiar la realidad, por lo que evitaban escribir directamente sobre hechos negativos, como la muerte de Osiris.
Seth cortó el cuerpo de Osiris en pedazos y los desparramó por todo Egipto. 42 pedazos, Cada una de las partes desmembradas equivalía a una de las 42 provincias de Egipto. Por lo tanto, en cada uno de esos lugares donde se encontraron restos de Osiris, se construyeron templos en su honor.
A continuación, Seth se apoderó del trono, y durante su reinado, como podemos imaginar, todo fue caos y desorden.
Mientras tanto, Isis, la esposa de Osiris, buscaba por todo el país los pedazos del cuerpo de su esposo con la ayuda de su hermana la diosa Neftis. Durante la búsqueda las dos iban llorando y lamentándose, y la gente decía de ellas que parecían esas aves rapaces que viajan lejos en busca de despojos. También decían que las lágrimas de la pobre Isis y la sangre de Osiris eran tan abundantes como las aguas del río Nilo.
Isis, con mucho esfuerzo y amor, encontró los restos de Osiris, los reunió todos y restauró su cuerpo, porque la ayudaba Anubis, el dios del embalsamamiento. Cuando el cuerpo de Osiris estuvo reconstruido, Isis tomó forma de pájaro, lo envolvió con sus grandes alas y al hacerlo le devolvió la vida. Con esa misma fuerza de su amor, quedó embarazada y luego tuvo un hijo con forma de halcón al que llamó Horus. Isis protegió a su hijito, que iba creciendo, y cuando Horus se hizo mayor, se enfrentó a su malvado tío Seth, lo venció y tomó el poder, restableciendo el orden, e inaugurando una nueva etapa de paz para los habitantes de Egipto. Fue un gran rey, sabio y bondadoso, como antes lo había sido su padre Osiris.
Y en cuanto a Osiris, luego de renacer, y concebir a su hijo, se trasladó al reino del más allá, donde se convirtió en el rey y señor de los espíritus de los difuntos.
Del mismo modo que el río Nilo crece cada año y se retira fertilizando la tierra, Osiris murió y resurgió.
Osiris era el rey de Egipto. Era un rey bueno y justo. Bajo su gobierno todo el país estaba en orden y la gente vivía tranquila.
El hermano del rey, un hombre llamado Seth, era todo lo contrario a él. Violento, y malvado, asesinó a su hermano el rey Osiris para quedarse con el trono. Todos los egipcios sabían acerca del asesinato, pero no quisieron escribir sobre el tema, porque creían que las palabras escritas tenían el poder de cambiar la realidad, por lo que evitaban escribir directamente sobre hechos negativos, como la muerte de Osiris.
Seth cortó el cuerpo de Osiris en pedazos y los desparramó por todo Egipto. 42 pedazos, Cada una de las partes desmembradas equivalía a una de las 42 provincias de Egipto. Por lo tanto, en cada uno de esos lugares donde se encontraron restos de Osiris, se construyeron templos en su honor.
A continuación, Seth se apoderó del trono, y durante su reinado, como podemos imaginar, todo fue caos y desorden.
Mientras tanto, Isis, la esposa de Osiris, buscaba por todo el país los pedazos del cuerpo de su esposo con la ayuda de su hermana la diosa Neftis. Durante la búsqueda las dos iban llorando y lamentándose, y la gente decía de ellas que parecían esas aves rapaces que viajan lejos en busca de despojos. También decían que las lágrimas de la pobre Isis y la sangre de Osiris eran tan abundantes como las aguas del río Nilo.
Isis, con mucho esfuerzo y amor, encontró los restos de Osiris, los reunió todos y restauró su cuerpo, porque la ayudaba Anubis, el dios del embalsamamiento. Cuando el cuerpo de Osiris estuvo reconstruido, Isis tomó forma de pájaro, lo envolvió con sus grandes alas y al hacerlo le devolvió la vida. Con esa misma fuerza de su amor, quedó embarazada y luego tuvo un hijo con forma de halcón al que llamó Horus. Isis protegió a su hijito, que iba creciendo, y cuando Horus se hizo mayor, se enfrentó a su malvado tío Seth, lo venció y tomó el poder, restableciendo el orden, e inaugurando una nueva etapa de paz para los habitantes de Egipto. Fue un gran rey, sabio y bondadoso, como antes lo había sido su padre Osiris.
Y en cuanto a Osiris, luego de renacer, y concebir a su hijo, se trasladó al reino del más allá, donde se convirtió en el rey y señor de los espíritus de los difuntos.
Del mismo modo que el río Nilo crece cada año y se retira fertilizando la tierra, Osiris murió y resurgió.