Consigna: ¡David necesita tu ayuda! Goliat lo persigue para ahorcarlo. ¿Te animás a encontrar las palabras para salvar a David de la horca?
Ayuda: La mayoría de las palabras que forman parte de este juego, ¡las vas a encontrar leyendo el mito!
Edad sugerida: 8 a 13 años
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Edad sugerida: 8 a 13 años
Para conocer más sobre el mito de David y Goliat te invitamos a leer el siguiente texto:
En el ejército filisteo había un gigante llamado Goliat que todas las mañanas y todas las noches se burlaba de los israelíes. Gritaba: “Elijan a alguien para que pelee conmigo. Si él gana y me mata, nosotros seremos esclavos suyos. Pero si yo gano y lo mato, ustedes serán esclavos nuestros. Los desafío a elegir a alguien para esto.” Y ninguno de los soldados israelíes se animaba a enfrentarse con él. Todos le tenían miedo a Goliat debido a que era un hombre muy grande y fuerte. Medía casi 3 metros, y tenía otro soldado que le cargaba el escudo.
En el pueblo israelí vivía un chico que se llamaba David. David era un pastor que cuidaba ovejas en el campo. Los tres hermanos mayores de David estaban en el ejército, luchando contra los filisteos. Por eso, un día su padre le dijo a David: ‘Llevales alimentos a tus hermanos y averiguá cómo les va.’
Cuando David llegó al campamento, corrió a la línea de batalla en busca de sus hermanos. Como siempre, el gigante filisteo Goliat se estaba burlando de los israelíes. Al verlo, David preguntó a algunos soldados: ‘¿Qué se le dará al que mate a este filisteo y libre a nuestro pueblo de sus burlas?’
‘Nuestro rey le dará muchas riquezas,’ le contestó un soldado. ‘Y también le dará su propia hija como esposa.’
Entonces David decidió ir a pelear contra Goliat. Pero el rey israelí, al enterarse, le dijo a David: ‘No podés. Sos un niñito, y él ha sido soldado siempre.’ Pero David, que era muy valiente, le dijo: ‘Yo maté un oso y un león que se llevaron las ovejas de mi padre. No tengo miedo. Dios me ayudará.’
Después recogió cinco piedras y las metió en su bolso. Y subió con su honda a pelear contra el gigante. Goliat no podía creerlo. Le parecía que sería demasiado fácil matar al pequeño David.
‘Vení acá,’ dijo Goliat, ‘y te voy a matar’ Pero David le contestó: ‘Vos venís a mí con espada, lanza y escudo, pero yo voy contra vos con la ayuda de Dios.’
Y dicho esto, David corrió hacia Goliat. Sacó de su bolso una piedra, la puso en su honda, y la lanzó contra Goliat con toda su fuerza. ¡La piedra dio justo en la cabeza de Goliat, y Goliat cayó muerto! Al ver a su campeón caído, los filisteos huyeron. Los israelíes los persiguieron y ganaron la batalla. David fue a vivir al palacio, y cuando creció fue coronado rey.
En el ejército filisteo había un gigante llamado Goliat que todas las mañanas y todas las noches se burlaba de los israelíes. Gritaba: “Elijan a alguien para que pelee conmigo. Si él gana y me mata, nosotros seremos esclavos suyos. Pero si yo gano y lo mato, ustedes serán esclavos nuestros. Los desafío a elegir a alguien para esto.” Y ninguno de los soldados israelíes se animaba a enfrentarse con él. Todos le tenían miedo a Goliat debido a que era un hombre muy grande y fuerte. Medía casi 3 metros, y tenía otro soldado que le cargaba el escudo.
En el pueblo israelí vivía un chico que se llamaba David. David era un pastor que cuidaba ovejas en el campo. Los tres hermanos mayores de David estaban en el ejército, luchando contra los filisteos. Por eso, un día su padre le dijo a David: ‘Llevales alimentos a tus hermanos y averiguá cómo les va.’
Cuando David llegó al campamento, corrió a la línea de batalla en busca de sus hermanos. Como siempre, el gigante filisteo Goliat se estaba burlando de los israelíes. Al verlo, David preguntó a algunos soldados: ‘¿Qué se le dará al que mate a este filisteo y libre a nuestro pueblo de sus burlas?’
‘Nuestro rey le dará muchas riquezas,’ le contestó un soldado. ‘Y también le dará su propia hija como esposa.’
Entonces David decidió ir a pelear contra Goliat. Pero el rey israelí, al enterarse, le dijo a David: ‘No podés. Sos un niñito, y él ha sido soldado siempre.’ Pero David, que era muy valiente, le dijo: ‘Yo maté un oso y un león que se llevaron las ovejas de mi padre. No tengo miedo. Dios me ayudará.’
Después recogió cinco piedras y las metió en su bolso. Y subió con su honda a pelear contra el gigante. Goliat no podía creerlo. Le parecía que sería demasiado fácil matar al pequeño David.
‘Vení acá,’ dijo Goliat, ‘y te voy a matar’ Pero David le contestó: ‘Vos venís a mí con espada, lanza y escudo, pero yo voy contra vos con la ayuda de Dios.’
Y dicho esto, David corrió hacia Goliat. Sacó de su bolso una piedra, la puso en su honda, y la lanzó contra Goliat con toda su fuerza. ¡La piedra dio justo en la cabeza de Goliat, y Goliat cayó muerto! Al ver a su campeón caído, los filisteos huyeron. Los israelíes los persiguieron y ganaron la batalla. David fue a vivir al palacio, y cuando creció fue coronado rey.